Defensa personal para ataques sorpresivos.
Es incuestionable que la práctica de artes marciales puede ayudar a enfrentar agresiones y desarrollar estrategias y reflejos para la seguridad y defensa personal.
No obstante también se debate en la actualidad las limitaciones de la enseñanza tradicional y del aprendizaje basado en métodos que no se ajustan a los tiempos modernos y el tipo de situaciones violentas que vivimos.
En ese contexto entender las diferencias entre agresiones sorpresivas y agresiones para las que podemos tener un mínimo de tiempo de respuesta es muy importante.
La realidad es que la mayoría de los enfoques y metodologías de enseñanza de las artes marciales se centran en el manejo de agresiones no sorpresivas por lo que se hace necesario analizar y ver qué ocurre cuando se trata de de ataques sorpresivos o emboscadas.
Entrenamiento para Ataques Previsibles vs Entrenamiento para Ataques Sorpresa.
En el artículo de hoy queremos centrarnos en esta polaridad o distinción ya que marca diferencias muy importantes en las técnicas y métodos para entrenarlas.
Es obvio que la mejor defensa es preventiva y que sufriremos menos daños cuando podemos evitar una situación o responder de manera eficiente manteniendo la distancia como principio fundamental.
Pero la realidad es que un gran un número de agresiones ocurren de manera sorpresiva cuando no hemos sido conscientes del peligro o porque el atacante ha preparado una "emboscada" para neutralizar la capacidad de mantener distancia y otros factores.
Son situaciones típicas en agresiones sexuales, atracos y ataques premeditados y desafortunadamente ocurren más de lo que pensamos.
Por ello es importante reconocer que la mayoría de las técnicas que aprendemos en distintas artes marciales basadas en contacto tienen una seria limitación sobre un ataque de este tipo.
Es necesario reconocer también que en este tipo de agresiones lo normal es que recibamos un impacto, incluso un corte por arma u otro tipo de objeto y lo crucial es entonces la capacidad de responder de manera rápida y eficiente para reajustar la defensa y neutralizar al oponente evitando golpes sucesivos.
Está claro que algunas modalidades de deporte y artes marciales aportan técnicas interesantes pero aún cuando se aprendan estas técnicas se hace necesario un enfoque y metodología específica para el entrenamiento para este tipo de agresiones.
En este contexto algunos de los enfoques más interesantes son los que desarrollaron a principios y mediados del siglo pasado especialistas como Rex Applegate y W. Fairbairn y que siguen siendo la base de preparacion de cuerpos especiales en muchos países.
También en los últimos años enfoques como el Infighting, trabajado por especialistas como Rory Miller o Richard Dimitri y modalidades específicas como el Kaisy o Defence Lab han contribuido a nuevas metodologías y marcos para entrenar para este tipo de situaciones.
En este artículo queremos compartir y comentar las consideraciones de uno de estos especialistas: Rory Miller, que plantea como principios de cualquier entrenamiento para situaciones de ataque inesperado.
En próximos artículos seguiremos abordando aspectos y problemas de esta área tan importante en el ámbito de la seguridad y defensa personal.
Principios del aprendizaje y entrenamiento contra emboscadas de Rory Miller.
En su libro Facing Violence Rory Miller dedica todo un capítulo al abordaje de este tipo de situaciones y plantea los siguientes principios como rectores del aprendizaje y entrenamiento.
Lo más interesante es que Miller no distingue entre modalidades sino que remarca que sean cuáles sean es crucial que se cumplan estos principios.
De lo contrario estamos aprendiendo técnicas y movimientos que no tienen en cuenta la dinámica de estas situaciones y estamos memorizando y creando reflejos y respuestas que serán ineficientes con grave peligro para nuestra seguridad.
Vemos entonces cuáles son los requisitos que plantea este especialista en infighting que trabajó durante años en los peores contextos y donde este tipo de ataques es el pan de cada día.
Según Rory Miller una buena defensa para un ataque sorpresivo de cumplir los siguientes requisitos:
Debe ser rápido, eficiente, sencillo, servir en la mayoría de las situacione sin necesidad de modificaciones, fácil de entrenar y por último debe permitir una continuidad de la defensa.
Veamos cada requisito con más detenimiento.
Eficiente:
En primer lugar como señala Miller la técnica debe ser eficiente para permitir a quien la ejecuta responder de manera inmediata ante la primera señal de un ataque.
Como han demostrado muchos estudios la velocidad de una reacción es mayor que la de una acción, y esto hace hace más exigente la elección de las técnicas de defensa ante este tipo de ataques.
Rápido:
En segundo lugar deben ser movimientos rápidos permitiéndote alcanzar al atacante antes de su segundo golpe.
Funcional:
En tercer lugar debe funcionar, quiere decir que deben ser movimientos que funcionen en la vida real y en las condiciones que ocurren las agresiones.
Miller ejemplifica como no adecuados la idea de defender ataques de cuchillo intentado coger el arma o defender puñetazos caóticos con técnicas de luxación de muñeca.
Sencillo:
En cuarto lugar deben ser movimientos sencillos, porque si son complejos serán más lentos, difíciles de entrenar y específicos hasta convertirse en algo inútil.
No específicos:
En quinto lugar, Miller plantea la necesidad de que sean técnicas que funcionen para la mayoría de ataques más frecuentes sin grandes modificaciones.
Es importante que no impliquen pensar para ajustarse a las variaciones porque eso hace más lenta nuestra reacción.
Fáciles de entrenar:
En sexto lugar debe ser fácil de entrenar, permitir hacer un gran número de repeticiones para hacerlo reflejo además de poder entrenarlo con realismo en cuanto a fuerza y velocidad pero de manera segura.
Fáciles de continuar:
En séptimo lugar deben ser movimientos que sean fáciles de continuar y encadenar. De manera que no te quedes en blanco sin saber que hacer después de una reacción exitosa en un primer momento.
Ayudar a la velocidad de reacción:
Por último deben ser movimientos que permitan entrenar la velocidad de reacción y mejorarla para así permitirte ganar tiempo en las reacciones ante ataques reales.
Mayor tiempo de toma decisión en caso de una agresión es mayor peligro de recibir daños.
Estos son los requisitos que aporta Miller para evaluar las técnicas y metodologías que usemos para prepararnos para ataques sorpresivos.
Como dijimos al inicio del artículo lo más interesante de este enfoque es que constituye un marco de trabajo y no un conjunto de técnicas.
Es un sistema de referencia para incorporar técnicas y movimientos de diferentes modalidades siempre que cumplan con esos requisitos.
En nuestro caso están siendo muy útiles para la conformación de programas y desarrollo de metodologías de entreno y enseñanza en nuestras clases.
Para más información sobre nuestras clases de defensa personal en Terrassa consulta nuestro horarios.
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